Surtido de pendientes.

 Pendientes en plateado con imagen pintada a mano con acrílicos y capa de resina.

Pendientes en bronce con imagen pintada a mano con acrílico y capa de resina.

Hoy os presento un surtido de pendientes que ya tenía hechos hace semanas, pero es que no encuentro tiempo para ponerlos, principalmente por lo que ya os he dicho en otras ocasiones: las fotografías. Éstas me las ha hecho mi hija, que en mucho mejor fotógrafa que yo; podéis comprobarlo al ver lo cerquita y nítidas que se ven las pieza.Todas las demás del blog que se vean bien como éstas, las ha hecho mi hija, el resto, he de reconocer que yo.

Ahora estoy preparando unos colgantes, pintando una bolsa de tela y algunos encargos. He hecho para los colgantes unos dibujos sencillos a lápiz y después he querido colorearlos con photoshop y unos retoques a mano. La bolsa la estoy pintando a mano y después le pondré algunos detalles con tela. ¡Espero pronto poder sacarlos!

En el viaje a Madrid mi hija disfrutó muchísimo!!! Con la sobrina de una amiga y su hermana de ésta pasó unos días muy lindos. Para mí fueron especiales las visitas a varias librerías, un rincón idílico (que muestro a continuación) y un día en el Retiro realmente relajante y bonito. Me quedé con las ganas de ir al teatro y visitar el museo del Prado. ¡¡Para el próximo viaje!!

Me traje varios libros, cómo no, pero voy a ir mostrándolos según vaya leyéndolos. El primero de ellos es una novela realmente bonita de las que dejan huella: EL LIBRO DE LOS NIÑOS de A.S. Byatt. De esta autora leí hace años POSESIÓN y me dejó un recuerdo maravilloso.

Esta novela está ambientada en la época victoriana, que tanto me gusta, y refleja muy bien las sociedades utópicas de aquella época. La protagonista, Olive, es una escritora de cuentos de hadas que vive con su marido, su hermana Violet, y su numerosa prole en una casa en el bosque llena de obras de arte y rincones mágicos donde los niños, a la vez que son los protagonistas de sus cuentos, pueden soñar y jugar en libertad. Estoy leyéndola con verdadero deleite y la recomiendo a todo el mundo, pero especialmente a aquellos amantes de esta época que tanta creatividad genera. 

Por cierto los ositos adorables de Gudulina seguro que habitan en la casa mágica de Olive.

Pero esta novela todavía sería más deliciosa si el otoño llegara de una vez, pues es para leerla con una manta en las piernas y un té caliente. Querido otoño paséate por mis calles llenándolas con tu bella y romántica luz.