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domingo, 16 de octubre de 2022

UN DEBUT EN LA VIDA

de Anita Brookner


 "A sus cuarenta años, la doctora Weiss comprendió que la literatura le había destrozado la vida". Así comienza UN DEBUT EN LA VIDA, primera novela de la escritora británica Anita Brooner. 

Cada vez que me cruzaba con este libro en una librería se me agarraba fuertemente y, sin embargo, durante mucho tiempo me resistí a leerlo porque este comienzo me incomodaba. Tal vez porque me resistía a analizar en lo que a mí misma ha podido la literatura, que tanto amo, afectarme de forma negativa.

Ruth Weiss echando la vista atrás va al encuentro de la niña que fue y cómo comenzó su relación la literatura en un hogar donde ella nunca fue lo primordial para sus padres. Solo su abuela parecía darle el cariñoso cobijo que un niño necesita, así como mostrarles los aspectos de la realidad que sus padres no querían ver: "Para la niña seguían siendo deslumbrantes y guapos. Para la abuela eran un par de idiotas". Cuando esta falta, no es a su egocéntrica madre ni a su ensimismado padre a los que puede agarrarse, sino a los libros: "De momento estaba contenta. Total, había tantas cosas por leer que no podía pensar en nada más. Más adelante, tal vez".

Un libro que me leí entregada a él, aun sintiendo en Ruth una cierta aspereza, como si rehuyera que mi mirada ahondara demasiado en sus sentimientos; que me leí en un suspiro, pero al que no dejo de volver y que incluso necesito releer. Mientras transitaba por su páginas pensaba que me recordaba a Barbara Pym en algunos momentos, pero que me dajaba más triste. Sin embargo, al terminarlo no es la sensación que me quedó. Leyéndolo sentía que el peso de las responsabilidades familiares amenazaba todo el tiempo con cercar a Ruth y sentía una ternura y compasión por ella casi insoportables; que sus sueños de libertad, de independencia estaban amenazados y la encaminaban a una injusta renuncia. Pero, durante unos instantes, imperdonables, olvidaba una de las cartas fundamentales. ¿Seguía teniendo Ruth una aliada en la literatura a pesar de todo o esta se convierte en otra decepción? Respuesta que solo podrá encontrar el lector que haya sentido la literatura como ella? ¿Le destrozó en efecto la vida o se la salvó? O tal vez, ¿ni lo uno ni lo otro?

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

miércoles, 28 de septiembre de 2022

LA CHAISE-LONGUE VICTORIANA

de Marghanita Laski


Cuántos hemos soñado a menudo que viajamos al pasado. Muchos a la época victoriana. Pero, eh, como fantasmas que observan sin peligro alguno y que podrán regresar a sus casas en cuanto lo deseen. Sabemos que los ojos del terror y el desaliento se ocultan entre los pliegues desgarrados de la historia, pero les daremos unas convenientes puntadas que oculten las realidades más crudas; es nuestro sueño.

Pero, ¿y si el sueño se convirtiera en pesadilla cuando ni siquiera nos hubiéramos propuesto soñar? "No, en estos momentos, débil y cansada, no puedo permitirme tan largo viaje al pasado". Claro, que si como Melanie Langdon tienes en casa una Chaise-Longue victoriana, tal vez seas arrastrada contra tu voluntad y pierdas el control de lo que sueñes. ¿O no es un sueño?

En LA CHAISE-LONGUE VICTORIANA, de Marghanita Laski estamos ante una angustiosa novela que se lee de una sentada. Eso sí, levantando la vista del libro de ven en cuando para mirar en derredor y asegurarte que sigues en tu casa y en tu época. Aunque ese olor... ¿Qué es ese olor putrefacto que se desprende de los bajos de las paredes como si la tierra se removiera en sus cimientos? Y es que Marghanita Laski consigue algo en esta novela que nunca antes me había ocurrido, que el olor del pasado pueda ser como un ente vivo, aunque podrido, que me diera la medida exacta del horror.

Cómo dos novelas, 'El hijo perdido' y LA CHAISE-LONGUE VICTORIANA, escritas por la misma autora pueden ser tan diferentes, pero igual de absorbentes. Y si bien yo siempre doy preferencia a la emoción y 'El hijo perdido' me conmovió profundamente, esta segunda novela viene con cajón de doble fondo. Tomen nota: una lectura pendiente y también muy sobrecogedora, 'El papel pintado amarillo', de Charlotte Perkins Gilman, relato del que bebe Marghanita Laski o que lo homenajea como dice Isabel Núñez en el prólogo, y que les permite a ambas escritoras una efectiva crítica feminista; me trajo también una serie de los ochenta que me fascinó en su momento y volveré a ver sin duda, 'Misterio para tres' se titulaba, y una película de terror, 'Al morir la noche' -The haunted mirror- (1945). No está nada mal para ciento treinta y nueve páginas. 

*'El papel pintado amarillo', de Charlotte Perkins Gilman, pertenece al tomo de Akal, FANTASMAS. RELATOS VICTORIANOS Y EDUARDIANOS, edición anotada y traducida por Antonio Ballesteros González y Julio Ángel Olivares Merino. Este relato lo leí a continuación y próximamente os hablaré de él con más detenimiento.

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

 

lunes, 19 de septiembre de 2022

~LAS ESCALERAS DE CHAMBORD~ 

de Pascal Quignard


Amarillo: se desprende de este libro, desde cada página, te deja manchadas las manos, se extiende por todo el cuerpo. Te anega hasta los ojos en toneladas de polvo, serrín y aceite. Si el tiempo tuviera un color sería amarillo con los filos en bronce y violeta. Sería un amarillo de untuosa persistencia; una patina de aparente eternidad para los objetos inertes; un margen de siglos que les da la muerte.

Leer este libro fue como vivirlo desde lejos, como mirar a través del visor de un juguete podrido de niebla amarilla. Un juguete sacado de una caja llena de otros juguetes polvorientos, olvidados por un niño enterrado bajo pliegues y pliegues de tiempo. Donde ya ni el olvido llega. Un libro para los que vivirían en el piso de arriba de una tienda de antigüedades, visitantes asiduos de vacías casas de subastas, compradores compulsivos de juguetes con mecanismos construidos al compás de una cuenta atrás. 

Eduard Fufooz compra y vende antiguos juguetes. Viaja por todo el mundo en pos de los más extraordinarios por su rareza, por sus materiales nobles o por su belleza; surgidos de manos de artistas, de artesanos de asombrosa destreza, que pertenecieron a los niños de cualquier tiempo lejano. Muñecas, cochecitos, autómatas... Posee tiendas en cada ciudad importante que le permita ser el mejor en su trabajo, encontrar las mejores piezas o vender al mejor postor. Pero para su botín particular su obsesión son las miniaturas. Es un hombre que nunca deja de buscar. Una búsqueda que no tiene fin, en continuos viajes, inmerso en intrigas y traiciones. Hasta en sus relaciones sentimentales sigue incesantemente buscando el modo de calmar el frío que siempre siente.

La vida de Eduard es como subir una y otra vez por unas (simbólicas) Escaleras de Chambord. Él por uno de sus tramos y una niña de su infancia de larga trenza por el otro. La ve, pero no la puede alcanzar; nunca pueden cruzarse. Un recuerdo difuso, un nombre que no logra recordar. Mientras el frío persiste y él no deja de viajar y de buscar más y más miniaturas que coleccionar, juguetes que lo sigan enriqueciendo o engañando su malestar. 

Extraña y fascinante novela de Pascal Quignard. No gustará a todos los lectores, pero a los que suban por esa Escalera de Chambord y logren ver el significado que esconde, no la olvidarán. Plagada de joyas en una narración sobre un mundo restringido, elitista y distinguido. Un mundo que se nos muestra, pero no del todo. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García.

sábado, 3 de septiembre de 2022

~AMOR NO CORRESPONDIDO~
de Barbara Pym



AMOR NO CORRESPONDIDO (1961) ha sido la novela de Barbara Pym que más me ha sorprendido, en la que pronto noté un cierto cambio que me fue muy grato. En la página treinta y uno anoté que me parecía que su personaje principal, Dulcie Mainwaring, podía ser más punzante de lo que suelen ser sus protagonistas habituales. La autora sigue fiel a su estilo, pero lleva más allá su característica ironía. Tan allá en algunos momentos, que hacia los últimos capítulos, en una conversación, en la que me quedé boquiabierta, le dice sin ambages a un señor lo inapropiado e incluso lo ridículo que resulta su comportamiento con cierta mujer bastante más joven que él. Pasada mi sorpresa inicial me reí a carcajadas y no fue la última vez. En algún comentario más está a punto de ser incluso mordaz. 

Dulcie es buena persona, agradable en el trato, predispuesta siempre a prestar su ayuda a los demás -más allá de lo conveniente a veces-, pero aun así ante ciertas situaciones va a demostrar un carácter más imprevisible de lo que pudiera parecer en un principio. Es muy inteligente, dede luego, y tiene un punto impulsivo, una cierta disposición a ir más allá de lo aconsejable, que le aporta a la historia un toque muy atractivo. Esa impulsividad la empujará a embarcarse en una investigación para saber más sobre un hombre que ha conocido en un congreso al que acude, relacionado con su profesión, y que le despierta un gran interés. Investigación que en un momento dado la llevará a un hotel cerca de la playa que me hizo rememorar en ciertas detalles una de mis películas preferidas, 'Mesas separadas' (1958), dirigida por Delbert Mann. Perfectamente en el papel que interpreta Deborah Kerr, podemos reconocer a una de sus "mujeres excelentes".

Se convierte así Dulcie en mi personaje preferido. Ranking realizado entre las novelas que de momento he leído de Barbara Pym. Aunque sospecho que no perderá su posición con la lectura de otros títulos suyos. Los cierto, es que en general me siento muy a gusto con sus personajes. Me despiertan un gran interés. Siempre me han atraído esas mujeres que te pueden dar la vez en la carnicería, vestidas de forma sencilla, pero pulcra y que en un principio te parecen anodinas o ni siquiera reparas en ellas, hasta que un comentario o un brillo fugaz en sus ojos te lleva a sospechar que hay tras su discreta apariencia muchísimo más. Esas mujeres que en una reunión no se les presta demasiada atención, que hablan solo cuando es estrictamente necesario, pero que a ti sentada a su lado te dicen algo en un momento dado que te deja pensando y sorprendida. Una vez leí algo en lo que pienso a menudo: "quien calla, puede tener mucho que decir".

Tras esta magnífica novela a Barbara Pym le rechazarían su siguiente libro. Los años sesenta llegaron con grandes cambios en todos los ámbitos y pasaron a considerar anticuadas sus historias y sus mujeres. No volverían a publicarle una novela hasta 1977: 'Cuarteto de otoño'. Ay, qué equivocados estaban. La buena literatura no sabe de modas y el tiempo afortunadamente le daría la razón. Aunque no se puede evitar sentir una gran pena por tamaña injusticia y por la desilusión que sentiría la autora. En 'Amor no correspondido', precisamente, nos muestra cómo se les exige a las mujeres que se adapten a los nuevos tiempos, que cambien sus peinados, su ropa, sus gustos, y a menudo venía acompañado de: "a ellos les gusta así o a ellos no les gusta eso". Pues bien, a muchos lectores en la actualidad, cuando ya la mayoría de las nuevas modas de entonces pasaron, nos siguen gustando y mucho sus novelas "anticuadas". 

Texto y fotografía: Ana Martínez García.

martes, 23 de agosto de 2022

UNA DANZA PARA LA MÚSICA DEL TIEMPO

de Anthony Powell


Uno de mis grandes descubrimientos de este año ha sido, sin duda, el escritor británico Anthony Powell. Con su monumental obra UNA DANZA PARA LA MÚSICA DEL TIEMPO compuesta por doce novelas vamos a recorrer un período comprendido entre 1914 y 1979 de la mano de un narrador, Nicholas Jenkins, que se mueve en los círculos privilegiados de la sociedad. Gran observador de la naturaleza humana, va a analizar las diferentes motivaciones de los personajes en el juego social, en el amor, la amistad, el arte o la política.

Las doce novelas Anagrama nos las ha agrupado en cuatro tomos correspondientes a las cuatro estaciones del año. En este primer tomo que hoy os traigo tenemos: 'Un problema de formación', 'Un mercado de compradores' y 'El mundo de la aceptación'. En la novela inicial donde Jenkins rememora sus años de estudiante en un prestigioso college inglés conoceremos algunos de los personajes fundamentales de la obra, aunque a lo largo de los siguientes títulos serán cientos los que irán entrando en escena. Asistimos al progresivo aprendizaje de Jenkins para afrontar el mundo de los adultos, a los más o menos torpes acercamientos a las chicas y a una creciente fascinación por las rivalidades que se generan para acceder al poder y los cambiantes roles que en un principio parecían inamovibles. En las dos siguientes, ya incorporados a la vida laboral, él y sus antiguos compañeros, sus vidas se complicarán y nuevos personajes irán enriqueciendo el flujo narrativo. Los amores se sucederán en las fiestas de la alta sociedad o en las de excéntricos artistas; las excursiones a las grandes casas de campo supondrán nuevas bifurcaciones narrativas, y las luchas de poder donde quien menos lo esperas escala posiciones y los que parecían destinados a triunfar quedan en puestos más mediocres o en una grieta de insatisfacción y melancolía entre copa y copa... 

Estamos ante unas novelas de transcurrir sosegado, en las que el interés por la evolución de los personajes, las relaciones que establecen y su mayor o menor adecuación a la sociedad a la que pertenecen no deja de renovarse y se vuelve cada vez mayor gracias a la capacidad del autor de dotar de un aura enigmática hasta los gestos más nimios con la promesa de que se comprenderá su significado más adelante. Y cuando llega esa comprensión, ese momento en que cada detalle cobra su razón de ser, el goce para el lector es enorme. 

A Anthony Powell se le llama el Proust inglés. Tanto 'En busca del tiempo perdido' como en 'Una danza para la música del tiempo' está presente ese juego social, al que me refería, con sus tiranías y servidumbres, pero también encontramos en sus mansiones, pisos, jardines, museos y demás escenarios las más atrayentes personalidades y las relaciones que establecen nos mantendrán muy atentos a lo que vaya sucediendo. Las aristocracia más antigua alternando con los nuevos ricos entre artistas y modelos. El arte en ambas obras es muy importante y por supuesto la literatura. Dicho lo cual, creo que la lectura de la obra magna del autor francés es bastante más abrumadora y más exigente, menos asequible. 

Conocí esta obra gracias a la cuenta de @angelapola1960. Mi agradecimiento. He encontrado una enorme lectura que no deja de darme satisfacciones. Voy leyendo cada novela sin prisas, deleitándome con su ritmo pausado, y entre una y otra me adentro en otros libros, ya que no quiero cansarme, sino prolongar el disfrute como lectora. 

Texto y fotografías: Ana Martínez García. 

sábado, 6 de agosto de 2022

EL HIJO PERDIDO

de Marghanita Laski


Anne Seba: "... uno de los finales más conmovedores de la literatura de ficción del siglo XX".

"Recordó entonces que a Lisa siempre le había asustado la felicidad, y siempre había imaginado que unos dioses celosos acechaban para arrebatársela".

"Había escogido los libros para ese viaje principalmente por su extensión, libros bien pensados que lo mantendrían aplastado durante horas. Sostuvo la pila en las manos mientras se preguntaba cuál elegir. Había una novela de Henry James; algo de Peacock; el incomparable Swift; los poemas de Clough, que Hilary llevaba tiempo queriendo leer, y Dombey e hijo".

***

Venía de una gran lectura y la que hice a continuación, aunque de un modo muy diferente, no lo fue menos. En EL HIJO PERDIDO (1949), de Marghanita Laski me encontré con una magnífica novela, escrita con sencillez, pero con gran inteligencia. Una novela que sentí que la autora la tenía perfectamente trazada en su cabeza antes de ponerse a escribirla.

Hilary Wainwright, un soldado y poeta inglés, viaja en 1945 para buscar a su hijo perdido a una Francia de posguerra asolada, en un clima de desconfianza y con el grave problema de la escasez de suministros. La búsqueda irá paralela a la lucha interior que en Hilary tendrá lugar tratando de encontrar el valor para superar el dolor de la pérdida y dar con el modo de volver a amar contendiendo con su miedo a volver a sufrir; recuperar la ternura cuando sabe que al derribar las corazas será más vulnerable.

Una novela sobre el horror de la guerra y sus secuelas, sobre las terribles consecuencias para los más indefensos. Sobre el margen de elección ante las disyuntivas morales. Sobre cómo recomponerse después y desde la honestidad con las propias flaquezas, estableciendo un compromiso con el sentido del deber. Una novela sobre el amor, dolorosa y emotiva.

Leed esta novela. Os dejará profundamente enternecidos y admirados por el talento de la autora. Yo me la leí en dos días y si hubiera podido me la habría leído del tirón. Para ilustrar lo que experimentaba con su lectura os comparto la situación familiar que se dio. Mi marido me comentó algo que no escuché y mi hija le dijo: "no le digas ahora nada, que está, pero no está". Absorbente y perfecta de principio a fin. 

Muy interesante también el epílogo escrito por Anne Seba. No he querido entrar en demasiados detalles para que disfrutéis aún más tanto de la novela como del epílogo. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 






 

viernes, 5 de agosto de 2022

LOS MISTERIOS DE EAST LYNNE

de Ellen Wood


 

 

Solo con un novelón decimonónico como el que hoy os traigo, tan bien escrito, con una trama redonda de la que no queda olvidado en su desenlace ni un solo hilo, puede alcanzar el lector un clímax tan perfecto. Si sabes entrar en el juego de una ficción de tintes inverosímiles, pero tremendamente entretenida y emocionante, si saboreas con deleite los artificios de la novela sensacionalista y adoras la época victoriana, el goce absoluto con una escritora como Ellen Wood está garantizado. Casi setecientas páginas que no la sientes y que en mi caso las acabé congestionada por lo mucho que lloré y por la lectura frenética de un final tremendo, jubiloso y extenso como solo los escritores victorianos sabían escribir. En esta edición de Ático de los Libros nos dice que el mismísimo Lev Tolstói opinaba que esta novela era maravillosa. Y no vamos a disentir el gran autor ruso y yo en absoluto, no puedo estar más de acuerdo. La he disfrutado una barbaridad. De esos libros que te metes dentro, que te ves en sus estancias, en sus jardines, que increpas a algunos personajes y acompañas gustosa a otros en sus grandes momentos o les coges de la mano en sus trances más duros...; vamos, ¡que los vives!  

Ellen Wood fue una escritora muy prolífica que alcanzó un gran éxito en su tiempo y que, sin embargo, sería después menospreciada. En ella se juntaron dos "buenas" razones para echarle capas de olvido a sus libros: que dedicó su increíble talento a un subgénero tan minusvalorado y que era mujer, claro. Otra autora más que escribió con pseudónimo masculino o en concreto algunas de sus novelas como Mrs. Henry Wood.  Y centrándonos en España. Es incomprensible que le demos una patada a una piedra y nos salga un Wilkie Collins, lo que es fantástico, ya que a mí es un escritor que me gusta, pero que de alguien como esta escritora con su mismo nivel, si no más, tengamos tan solo este título -que yo sepa-, es para clamar al cielo. Además, es que este tipo de novelas está claro que están escritas con una serie de reglas determinadas y que ambos escritores las conocen a la perfección, pero yo diría que en ella han envejecido mejor porque era mas moderada y elegante. Collins era más exagerado y abusaba más de rayos, truenos, desmayos, etc. 

En LOS MISTERIOS DE EAST LYNNE tenemos dos tramas que se entrecruzarán y que la autora va a equilibrar a la perfección. Pero por encima de las tramas, que en efecto resultan muy atrayentes, una más predecible que la otra y una más audaz para la época que la otra, y que no decaen ninguna de las dos en ningún momento, están los magníficos personajes, sobre todo femeninos. Psicológicamente están mejor trazados que los masculinos, que son más estereotipados. Incluso en el caso del personaje principal masculino, Archivald Carlyle, llega un poco a la idealización. La autora se nota que con los personajes que más disfrutó fue con lo femeninos y nos da un abigarrado abanico de mujeres a cual más interesante. Desde la buena y formal Joyce, que es el ama de llaves; las dos principales, lady Isabel y Barbara Hare; una mala, frívola y vanidosa como la señora Vane o la coqueta y mentirosa Afy... Y mención especial para la señorita Carlyle: soltera por elección propia, metomentodo, autoritaria, estrafalaria, intransigente, obsesionada con el dinero, y, por supuesto, ninguna mujer es suficientemente buena para su hermano. Extraordinario personaje. Nos da momentos impagables de humor o de sacarnos de quicio ja, ja, ja.  

En fin, que está claro que he disfrutado muchísimo con este libro. Que si os gusta este tipo de novelas, Ellen Wood no os decepcionará en absoluto. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García.