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lunes, 15 de junio de 2020



ESTÍO,
DE Edith Wharton



La brisa de junio, jugueteando por la calle, sacudió las melancólicas hileras de los abetos de los Hatchard, se apoderó del sombrero de paja de un joven que pasaba por debajo y se lo llevó sin miramientos hasta el otro lado de la calle para arrojarlo al estanque de los patos.

Charity no tenía ideas muy claras sobre la Montaña; pero sabía que era un sitio malo, y vergonzoso como lugar de nacimiento y que, le sucediera lo que le sucediese en North Dormer, debía recordar -tal como la señorita Hatchard se lo había advertido en una ocasión- que a ella la había traído de allí, y que le correspondía callarse la boca y mostrarse agradecida. 

Me gustaría imaginarte más feliz, menos sola... Estoy seguro de que para ti las cosas van a cambiar con el tiempo...

Por un instante el primitivo impulso de la huida la dominó de pies a cabeza; pero era tan sólo el inútil agitarse de un ala rota. 


Charity pertenecía a la Montaña y no iban a permitir que lo olvidara. Su tutor, el abogado Royall, el hombre más notable del pueblo y con el que comparte un oscuro secreto, la trajo siendo niña de allí y la crió en su casa con todas las comodidades de su clase social. Pero es demasiado guapa y orgullosa y no van a dejar de aprovechar la más mínima ocasión para recordarle sus verdaderos orígenes y ponerla en su sitio. Vive con Ellos, parece una de Ellos, pero en verdad no pertenece a su mundo. Con lo que no contaba es que esa Montaña iba a ejercer sobre ella tal poder de atracción que llegara a verla como el lugar en el que un día tal vez podría refugiarse, la única escapatoria y consuelo para su orgullo o su vergüenza. O tal vez sería una trampa aún peor que el sentirse tan sola entre quienes la acogieron.

Charity es bibliotecaria, aunque no muy buena, en North Dormer, un pueblo que se le ha quedado muy pequeño. Es, como decía, guapa, orgullosa, independiente y soñadora. Siempre siente sobre ella la sombra de la Montaña y la de su tutor..., el peso del aburrimiento y el impulso de marcharse del pueblo. Ah, y están los ojos azules de Annabel Balch... Una mañana llega a la biblioteca un joven arquitecto, Lucius Harney y un hecho significativo le permite verlo de un modo especial y salir del tedio que impregna su presente y que tanto teme para su futuro.  

ESTÍO (1917), de Edith Wharton es una novela con descripciones del paisaje bellísimas y evocadoras. Tan solo por estas ya merecería la pena leerla. Pero es, además, la historia de una mujer fuerte y de carácter que se ve sola frente a un inamovible orden social y unas rígidas y crueles normas impuestas a las mujeres. Es una historia muy bien escrita, moderna, turbadora, con un modo de mostrarte la sordidez e hipocresía de la sociedad de un modo elegante, pero sin que quede ninguna duda de lo que te quiere mostrar; lo que hay tras tanta rigidez, lo que espera a quienes se saltan las normas, a quienes se atreven a ser diferentes.

Me pasó, además, con esta novela algo curioso, lo que la ha hecho todavía más especial. De estas coincidencias que te dices: ¡cómo es posible, los libros de verdad que nos hablan y nos llaman de algún modo para que los leamos! Poco ante de leer ESTÍO mi hija se suscribió en período de prueba a HBO para ver una serie que le interesaba. Yo miré las que había de época que son las que más me suelen gustar y encontré Death and Nightingales, basada en la novela de Eugene McCabe. Me vi un o dos capítulos y "quería y no podía", algo me fallaba y me la dejé. Pues bien, poco tiempo después, unos días tan solo, voy a elegir nueva lectura y agarro este título de Edith Wharton. Y a medida que voy leyendo más familiar me resulta hasta que llega a.... Hasta aquí puedo leer. Lo que os puedo decir, es que tienen la novela y la serie similitudes que parecen ir más allá de lo que es una influencia o unos guiños. Eugene McCabe, si la serie es fiel a su novela, que no lo sé, o el guionista, pero parece que alguien se leyó muy bien, ¡pero que muy bien! la de Edith Wharton. Hay algo que no puedo desvelar, que es fundamental para la trama de ambas. Y no me digáis que no es maravilloso. La serie que no me llegaba del todo y la escritora, la gran Wharton, cómo se las apañó ella para decirme, "¡eh, aquí está mi libro. Es el que hay que leer, que no te va a decepcionar! Jajajaj.

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

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