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miércoles, 8 de junio de 2022

~LA NOCHE INTERRUMPIDA~ 

de Rebecca West


"Cuando bajé las escaleras me encontré a Mary sentada a la mesa, bebiendo un té fuerte, tal y como ya nos permitían tomarlo ahora que éramos mayores, y a Kate sentada en su silla de caña leyendo en voz alta la novela por entregas de Daily Mail".

"Ah, Mary, qué felices podríamos haber sido si no fuera por la guerra".

En LA NOCHE INTERRUMPIDA continuó Rebecca West con la trilogía sobre la singular familia Aubrey. Cuando terminé de leer el título con el que se inicia, tan entusiasmada estaba con la autora que quería saberlo todo sobre ella e investigando aquí y allá por Internet descubrí entre otros detalles interesantes que el segundo y tercer tomo se publicaron póstumamente debido a que ella no creía que estuvieran a la altura del primero. Pues bien, si tuve algún temor de que esto fuera así y que me decepcionara su lectura, se disipó nada más comenzar a leer. De inmediato me sentí muy a gusto, tan entre ellos otra vez y con la misma o más curiosidad por lo que acontecía como en el primer título. Es cierto que en "La familia Aubrey" la belleza de las descripciones es mayor, están más pensadas, más en tinta de poeta, pero en este te sientes ya tan encariñada con sus personajes que tan solo por acompañarles, ver cómo han evolucionado y el conocer a los nuevos, a cual más excéntrico, que aparecerán en sus vidas suple con creces que no aspire a una poética más elaborada. 

En "La noche interrumpida" la música sigue siendo el eje en torno al que giran las vidas de los Aubrey. Lo que les da su razón de ser sobre todo a las siempre peculiares y adelantadas Mary y Rose. Imposible no adorar de nuevo a Richard Quin, el hermano menor, o dejar de encontrar encantadora a la prima Rosamund. La relación tan especial entre ellos dos, de lo más bonito que he leído nunca: "Rosamund y Richard Quin intercambiaron unas sonrisas claras y brillantes entre los dos, como si fueran el príncipe y la princesa de un cuento y se prepararan para su desdibujada y eterna felicidad. Richard Quin no quería que nada estropeara aquel momento de armonía que yo sabía exquisito, por mucho que estuviera excluida de él, de modo que se volvió bruscamente, sopló todas las velas y dijo con una voz un poco temblorosa: -Buenas noches, mis estúpidas hermanas, buenas noches, Rosamund". Continúan las numerosas referencias literarias, los debates sobre literatura entre taza y taza de té con bollitos y aunque se considera inapropiado lo hacen en la misma cocina, la cocina siempre impoluta de Kate... 

He vuelto a disfrutar muchísimo con esta familia. Deseando seguir por el tercero y a la vez dándome muchísima pena leerlo, porque no quiero que se me acabe esta maravilla. Rebecca West era una escritora extraordinaria. Con una enorme capacidad para crear personajes inolvidables y ahondar en sus motivaciones psicológicas y razones sentimentales. Logra absorberte entre las páginas de sus libros de un modo tan absoluto e inmediato que quedas fuera de cualquier otra realidad que no sea la que ella te muestra con tan increíble maestría. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García.    






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