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jueves, 12 de marzo de 2020


~ALMAS Y CUERPOS~ 
de David Lodge


ALMAS Y CUERPOS, de David Lodge es una novela que está muy bien escrita, trata un tema que a mí me interesa mucho y me he sentido leyéndola muy implicada y en algunos momentos identificada con unos personajes que representan muy bien la sociedad católica desde los años cincuenta en Inglaterra y su evolución en las siguientes décadas, así como la de sus miembros. Pertenezco a una familia que gran parte de ella es muy religiosa,  estudié en un colegio de monjas y de niña era muy creyente. Luego surgieron las dudas y tuve mi propia búsqueda y evolución. A lo que voy, es que tenía sobrados motivos para que me atrajera este libro y a pesar de la distancia en el tiempo, con el retraso que en España llevábamos, o llevamos, por la dictadura franquista, me he visto reflejada ante determinadas situaciones y sentimientos, que a muchos no nos quedan tan lejanos como pudiera parecer. Se trata muy bien el tema de la sexualidad en la iglesia católica y lo que suponía para sus miembros en especial en lo que concierne a la concepción, inseparable del pecado y del constante miedo atroz al infierno si no se cumplía con lo que dictaba la iglesia. Parte de lo que describe si no fuera tan triste sería divertidísimo, por lo incompresible que puede parecer hoy en día, que resulta hasta grotesco. Con humor y mucha ironía, se refleja una realidad que se vivía y que era muy dura por lo que perdían, toda la frustración que arrastraban, decepción; muchos tenían un montón de hijos no deseados y generaba problema de pareja, psicológicos, ginecológicos, económicos, etc. Está muy presente cómo se veía la homosexualidad y sus tormentos por no ser aceptados y tener que reprimir lo que eran y sentían; todos los complejos, los sentimientos de culpa que creaba... En fin, es un documento magnífico sobre las tribulaciones de la iglesia, los cambios en ella, lentos, ya sabéis, y siempre sin ver el sufrimiento que causaban a la sociedad que pertenecía a ese catolicismo más cerrado e intransigente que no avanza con los tiempos. Ante las incoherencias de la propia iglesia y su puerta de atrás, algunos de sus integrantes se van rebelando, muchos son hipócritas y en la intimidad lo hacen a su modo, otros se embarcan en una continua búsqueda, bastantes se alejaban de ella y otros se acaban adaptando con innovaciones y nuevos impulsos. La novela da giros y sorprende por cómo van reaccionando con el tiempo los personajes, que son en un principio, cuando los conocemos, un grupo de estudio del Nuevo Testamento. Está la chica guapa, su eterno enamorado; el que siempre se siente culpable por el deseo continuo que siente; la chica poco agraciada, o eso cree ella o le hacen creer, que parece sentirse abocada a convertirse en monja; la chica que vive su sexualidad de forma más libre y lo que recibe es desaprobación y ciertas etiquetas; el chico homosexual; la chica que tiene problemas psiquiátricos, el sacerdote inconformista... Todos vírgenes e ignorantes de lo que la vida les depara y de lo mucho que van a perder por una iglesia que distorsiona el verdadero mensaje de libertad, comprensión y amor. Vamos a ver a lo largo de la novela cómo será su evolución y cómo algunos de ellos al final serán muy diferentes de lo que eran en su juventud. Quizás el más creyente, es el que al final la líe, o no...

Peeero -sí, a pesar de todo lo dicho, ha tenido para mí un "pero"- en este libro el autor hace algo que a mí me ha molestado y que condicionó mi lectura. Lo que no significa que deje por ello de ser una buena novela. David Lodge es un escritor muy bien considerado y sin duda es merecido. Sin embargo, no puedo obviar que no he disfrutado tanto esta novela como esperaba en un principio y como de hecho me estuvo sucediendo hasta que llegué a la página doscientos seis exactamente y que al final es el disgusto que me ha causado lo que ha prevalecido, muy a mi pesar. Es por algo que si lo quitas de ella no le afectaría lo más mínimo, no perdería nada, pero estando, a mí me llegó incluso a enfadar, hasta el punto de que no me hayan quedado ganas de volver a leer a este escritor, a no ser que quienes lo conozcan bien me juren sobre la Biblia que lo que más adelante voy a relatar que hace en esta novela no es costumbre habitual suya, sino una particularidad de esta tan solo. Vamos a ver, cada lector tenemos nuestras preferencias y manías que nos influyen más o menos. Por el tipo de lectora que soy, no hay nada, ¡nada!, que me moleste más, que el autor se dirija a lo lectores en equis momentos de la narración y que nos recuerde que los personajes o la historia son inventados, no existen y solo le sirven para un propósito determinado. Yo soy lectora entusiasta de la buena ficción literaria. Leo de todo, pero lo que más me atrae es la ficción bien construida en la que me sumerjo por entero, me abstraigo y mientras esté dentro del libro, su historia y sus personajes inventados por el escritor serán para mí más realidad que la que se vive fuera. No me molesta que el narrador pare la narración y se dirija al lector si lo hace de forma que no me saque de la historia. Pero David Lodge en esa página y después en más ocasiones a mí me saca fuera de una buena patada en la espinilla y me deja los personajes como cartón mojado. De que los ponía en el sol y se me iban secando tenía que tomarme un tiempo y me iba a otras lecturas: los cuentos góticos de Elizabeth Gaskell, algún otro de Chéjov e incluso me leí de una sentada una novela de Agatha Christie, a la que hacía años que no leía. Luego volvía y ya se me habían secado los personajes, pero más adelante, cuando ya estaba confiada de nuevo, me los vuelve el autor a mojar. A otros lectores esto no les supondrá un gran problema, pero a mí en esta novela si me lo ha supuesto. Que continué leyendo y, como os he dicho, es un buen libro, desde luego, pero para mí ya no volvió a ser lo mismo. 

No obstante, la novela en verdad merece mucho la pena. Quiero recalcarlo. Si lo que os he explicado no os afecta tanto como a mí, la leeréis muy bien y si os interesa lo referente al catolicismo durante este periodo de tiempo o por vivencias personales, de veras que la vais a disfrutar. 

Texto y foto: Ana Martínez García.

2 comentarios:

  1. Tengo muchas ganas de leerla. He leído muy buenas críticas. A ver si esa forma de sacar del libro la aguanto o no.
    Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
    Un abrazo.

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    1. Gracias por tus palabras, Rocío. Espero que disfrutes de este libro. Quitando ese detalle que a mí me fastidió más, realmente el libro es muy bueno. Un abrazo y encantada de conocer a otra buena lectora.

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