~EL LEGADO DE MUJERCITAS~
Construcción de un clásico en disputa,
de Anne Boyd Rioux
Según Mary Pipher (autora de 'Reviviendo a Ofelia. Salvando las identidades de las adolescentes), las muchachas tienen cuatro maneras de reaccionar a la presión que experimentan para adaptarse a los sofocantes estándares de la feminidad: "Se pueden ajustar, retraer, deprimir o enojar". Meg y Amy por lo general se ajustan, Beth se retrae y Jo se enoja y por un tiempo se deprime. Alcott retrata cuatro posibles respuestas al crecimiento que todavía hoy reflejan las diferentes maneras en que las mujeres atraviesan el camino hacia la madurez.
Ya en 1907, G. K. Chesterton manifestaba que 'Mujercitas' "se anticipó al realismo unos veinte o treinta años; tal como Jane Austen se le anticipó al menos cien años".
Según el especialista Gregory Eiselein: "antes que Simone de Beauvoir (lectora devota de 'Murjercitas'), Alcott comprendió que alguien no nace sino que se transforma en mujercita". La novela también muestra que los hombres son educados para desempeñar su género: Laurie debe dejar la música y prepararse para hacerse cargo del negocio de su abuelo.
***
Mi primera lectura de 'Mujercitas' fue en una antigua edición que se caía a pedazos. Recuerdo que se le veía la tela de la encuadernación y que algún niño -quizás yo misma cuando era más inconsciente- la había "adornado" en abundancia con unos atroces garabatos trazados ¡con bolígrafo! e incluso había tachado algunas frases aquí y allá. Aun con tan castigado tomo y siendo seguramente una de esas ediciones adaptadas para la infancia -¡odio que mutilen y trasformen los libros para mí sagrados!-, es su lectura uno de los recuerdos más entrañables que conservo de la joven lectora que fui y desde luego se convirtió en un título fundamental en mi evolución como tal. Años después lo volví a leer en una edición más bonita comprada en Círculo de Lectores y volvió a enamorarme absolutamente, y aun llegarían dos ediciones más. Soy consciente de que siendo como soy una nostálgica incurable, siempre mi concepción de esta obra se verá coloreada por una porción importante de sentimentalismo, lo que no le impide a la lectora de la actualidad valorarla como merece: como un clásico por derecho propio. Un libro no cumple ciento cincuenta años en tan buena forma si no tiene algo muy importante entre sus páginas.
Sin embargo, como bien nos dice el subtitulo del EL LEGADO DE MUJERCITAS, de Anne Boyd Rioux, es un clásico que a menudo es cuestionado. La autora en él va a tratar de analizar por qué ocurre esto con un libro que al poco de publicarse se convirtió en un auténtico fenómeno cultural e hizo célebre a su autora, permitiéndole ganarse la vida y ayudar a su familia como siempre había querido y soñado: escribiendo, y que desde entonces, con picos más o menos altos de popularidad ha sido un título fundamental para muchísimos lectores y ha influido en una larga lista de escritoras y mujeres -y también hombres- de todo el mundo con diversas profesiones.
A lo largo de nueve capítulos veremos cómo se construyó 'Mujercitas', qué tiene de autobiográfico y en qué se vio obligada Alcott a transigir; veremos también su influencia cultural y literaria y cómo se ha mantenido su popularidad en estos cientos cincuenta años; cómo otras manifestaciones artísticas: radio, cine, teatro lo mantienen vivo y lo más o menos fieles que han sido con el texto original. En una última parte se ocupará de cómo lo vemos hoy y por qué un libro que en un principio era leído por todos los lectores, niños y adultos, y sin distinción de género, ahora es encasillado en literatura para niñas y cómo esta clasificación se convierte en algo peyorativo y en uno de sus mayores inconvenientes a la hora de ser valorado como merece. Lo que no les ocurre a libros como por ejemplo "Las aventuras Huckleberry Finn", de Mark twain. Muy ilustrativo el capítulo dedicado a la crítica feminista.
Un libro ameno, riguroso, honesto: contemplando todas las opiniones favorables y adversas sobre un Clásico que mantiene vivo el debate y el interés a lo largo del tiempo. Y es que pese a las etiquetas reduccionistas basadas a menudo en lecturas parciales y lastradas por prejuicios, "Mujercitas" mirado con detenimiento, bien analizado, aparece como un texto bastante más complejo de lo que se piensan muchos de los que se acercan a él. A menudo, aquellas obras que por presiones de la época tienen que ser desarrolladas echando mano del ingenio para salvar el mensaje principal sin que escandalice a los lectores de la época, poseen una profundidad y un simbolismo muy estimables y que sorprenden ante una mirada más atenta o autorizada.
Texto y fotografía: Ana Martínez García.
Sin embargo, como bien nos dice el subtitulo del EL LEGADO DE MUJERCITAS, de Anne Boyd Rioux, es un clásico que a menudo es cuestionado. La autora en él va a tratar de analizar por qué ocurre esto con un libro que al poco de publicarse se convirtió en un auténtico fenómeno cultural e hizo célebre a su autora, permitiéndole ganarse la vida y ayudar a su familia como siempre había querido y soñado: escribiendo, y que desde entonces, con picos más o menos altos de popularidad ha sido un título fundamental para muchísimos lectores y ha influido en una larga lista de escritoras y mujeres -y también hombres- de todo el mundo con diversas profesiones.
A lo largo de nueve capítulos veremos cómo se construyó 'Mujercitas', qué tiene de autobiográfico y en qué se vio obligada Alcott a transigir; veremos también su influencia cultural y literaria y cómo se ha mantenido su popularidad en estos cientos cincuenta años; cómo otras manifestaciones artísticas: radio, cine, teatro lo mantienen vivo y lo más o menos fieles que han sido con el texto original. En una última parte se ocupará de cómo lo vemos hoy y por qué un libro que en un principio era leído por todos los lectores, niños y adultos, y sin distinción de género, ahora es encasillado en literatura para niñas y cómo esta clasificación se convierte en algo peyorativo y en uno de sus mayores inconvenientes a la hora de ser valorado como merece. Lo que no les ocurre a libros como por ejemplo "Las aventuras Huckleberry Finn", de Mark twain. Muy ilustrativo el capítulo dedicado a la crítica feminista.
Un libro ameno, riguroso, honesto: contemplando todas las opiniones favorables y adversas sobre un Clásico que mantiene vivo el debate y el interés a lo largo del tiempo. Y es que pese a las etiquetas reduccionistas basadas a menudo en lecturas parciales y lastradas por prejuicios, "Mujercitas" mirado con detenimiento, bien analizado, aparece como un texto bastante más complejo de lo que se piensan muchos de los que se acercan a él. A menudo, aquellas obras que por presiones de la época tienen que ser desarrolladas echando mano del ingenio para salvar el mensaje principal sin que escandalice a los lectores de la época, poseen una profundidad y un simbolismo muy estimables y que sorprenden ante una mirada más atenta o autorizada.
Texto y fotografía: Ana Martínez García.
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