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sábado, 18 de julio de 2020


EL DIARIO DE VIRGINIA WOOLF
~Vol. III (1925-1930)~


El tercer tomo de los Diarios de Virginia Woolf ha sido una de las novedades más interesantes de este año. Yo los fui leyendo hace bastante tiempo, tomándolos prestados -los que tenían- de la Biblioteca Regional de Murcia. Todavía conservo las numerosas notas que de ellos extraje. Ahora, poder tenerlos en casa y leerlos y releerlos cuando me apetezca supone casi un pequeño milagro inimaginable entonces. Es de agradecer el magnífico trabajo que está haciendo la editorial Tres Hermanas. Bellos, muy cuidados y con la traducción de Olivia de Miguel, que es inmejorable. En este año tan duro el milagro de la literatura nos emociona aún más y es de ley valorarlo y cuidarlo.

En el primer tomo, con treinta y tres años, encontramos a Virginia Woolf ya casada con Leonard y afincados en Richmond. Para los que somos un poco cotillas el segundo volumen nos permite conocer sus primeras impresiones sobre la fascinante Vita Sackville-West, ya que se conocieron en el año 1926. Os dejo abajo un pequeño aperitivo. Y para los lectores de Thomas Hardy, mirad también más abajo. Y esto no es más que una pequeñísima muestra de lo mucho que contienen estos Diarios. 

EL DIARIO DE VIRGINIA WOOLF Vol. I (1915-1919).
~Jueves, 18 de julio de 1918~

"Fuimos a tomar el té al club... ¡y vaya té!: dos galletas secas, así que cuando llegamos a casa tuvimos que recurrir al pastel".

EL DIARIO DE VIRGINIA WOOLF Vol. II (1915-1919).
~Jueves, 5 de julio de 1924~

".... Pero es el empaque y la clase de Vita lo que más me ha impresionado".

EL DIARIO DE VIRGINIA WOOLF Vol. III (1915-1919).
~Jueves, 18 de julio de 1926~

"Al principio creí que era Hardy, pero era la doncella, una chica pequeñita y delgada que llevaba una auténtica cofia. Entró con un pastel en bandeja de plata y el resto del servicio para el té. La Sra. Hardy nos habló de su perro". [...] "Al momento, volvió a abrirse la puerta, con más finura, & entró al trote un viejito monfletudo y alegre que se dirigió a nosotros en un tono jovial & enérgico, como un viejo médico o abogado, diciendo: <<Bueno, cómo va...>>, o algo parecido, mientras nos daba la mano. Llevaba una chaqueta gris de lana basta y corbata a rayas".

Texto y foto: Ana Martínez García.

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