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lunes, 1 de febrero de 2021

 LAS MITFORD

CARTAS ENTRE SEIS HERMANAS

Edición de Charlotte Mosley

~Ediciones Tres hermanas~


Carta de Nancy a Diana: Me muero de ganas de verte, pero es muy difícil trabajar con las hermanas cerca porque una quiere pasarse el día charlando con ellas.

Carta de Deborah a Jessica: Mañana iremos a la casa de Woman, algo que siempre es complicado para mí porque a cualquier sitio al que voy tengo que llevar dos perros, mi cabra y mi poni en una carreta.

Carta de Diana a Nancy: La noche que pasé en Londres fui (sola) a ver 'La casa de Bernarda Alba', es nuestra historia con Muv.

Carta de Unity a Diana: Has leído 'Lo que el viento se llevó'? Es el libro más fascinante de la Historia. Lo leí en menos de una semana a pesar de que tiene 1.036 páginas & ya sabes que soy una lectora muy lenta, de modo que ahí tienes la prueba. Cuando empiezas sencillamente no puedes parar.

***

Me propuse leer este libro, LAS MITFORD, CARTAS ENTRE SEIS HERMANAS, de forma pausada, alternándolo con otras lecturas, leyendo tan solo unas cuantas cartas cada vez para no saturarme. Pero había olvidado lo fascinantes y adictivas que pueden ser estar hermanas y una vez comenzado ya no pude dejarlo. Lo mismo me ocurrió con su biografía conjunta en Circe hace unos años.

Nancy, Pamela, Diana, Unity, Jessica y Deborah. Todas excéntricas y cada una a su manera, con personalidades muy marcadas, aunque nunca perdieron el elemento unificador por sus orígenes aristocráticos y una particular y estricta educación. Educación algo distante por parte de la madre y en ocasiones colérica, aunque divertida en muchos momentos de su infancia, por parte del padre. "¡Mi mujer es normal, yo soy normal, y sin embargo nuestras hijas están cada cual más loca!", decía el padre, lord Redesdale, según iba viendo como sus hijas tomaban unos derroteros incomprensibles para un aristócrata tradicional y riguroso como él. Fuera por la encorsetada instrucción que recibieron, por los aires renovadores que traía el nuevo siglo, porque lo llevaran en los genes o por la mezcla de estos y otros condicionantes, el caso es que a ellas les crecieron unas ansías de libertad y un deseo provocador y contestatario que dejó consternados a su padres, que esperaban unas vidas para sus hijas más acordes con su género y posición social. Las revistas de la época que sabían que sus lectores adoraban saberlo todo de la nobleza, pronto se harían eco de sus escándalos, irreverencias sociales o incómodas ideologías, convirtiéndolas en personajes habituales en sus portadas. 

Pero serían mucho más que chicas de portada. Desde principios del siglo XX, en un momento histórico que tiene a la nobleza preocupada por la creciente pérdida de privilegios, las Mitford, pertenecientes a esa clase privilegiada, toman posiciones desde las que luchar a favor o en contra del cambio de los tiempos. Se convierten así en testigos de excepción de momentos históricos decisivos y cada una de ellas desde su singular concepción del mundo. 

El libro que hoy os traigo, en una edición magnífica, nos permite conocerlas hasta donde ellas educadas en esconder sus sentimientos, se quisieron mostrar, a menudo parapetándose tras el humor y la ironía. Ese humor tan Mitford y común a todas ellas, aunque la gran maestra sería Nancy. Se divide este libro en nueve períodos y cada uno de ellos viene con unas páginas introductorias que nos dan el contexto del momento en el que se encontraban las hermanas y al final de cada carta sus notas aclaratorias. Pero además cuenta con una semblanza biográfica de cada una de ellas, un índice de apodos, un árbol genealógico y un completo índice onomástico. No le falta detalle a esta edición. 

Nancy, lectora voraz y escritora de éxito, es la más divertida, pero también la más maliciosa y que fue capaz de deslealtades con sus hermanas, que o bien no reconocía o nunca confesó, aunque otras extraordinarias cualidades suplirían sus contradicciones. Pamela, que encontró en la naturaleza su elemento, fue la más discreta de las hermanas, y la menos dada a escribir cartas: Diana, la belleza de la familia, gran lectora como Nancy, escribió reseñas y una controvertida autobiografía, poseía exquisitos modales, adoptó la ideología fascista de su segundo marido y era la destinataria epistolar preferida de la mayoría de las hermanas. Unity, ay Unity, inteligente y creativa, volcó, sin embargo, sus buenas dotes en una lucha a favor de Hitler y sus intenciones desde un fanatismo nefasto que tendría un desenlace dramático. Jessica -mi preferida, sin duda-, que también alcanzó un gran éxito con sus libros, sobre todo con el primero, fue la única que luchó durante toda su vida por sus ideales políticos alcanzando logros decisivos, defendiendo los derechos civiles, la integración racial o cualquier causa que considerara justa, siendo un ejemplo de dignidad y valentía para sus hijos. Deborah, duquesa de Devonshire, la que más ternura me despertaba en su juventud, no quiso saber nada de política y acabaría siendo una avispada mujer de negocios, además de publicar ocho libros que fueron muy bien recibidos, la mayoría sobre Chatsworth, la gran mansión que heredó su marido y que tras una exhaustiva restauración abrirían al público. Deborah, sería la que más nos remitiría a la maravillosa serie Downton Abbey.

Cada una de ellas, con su fuerte personalidad, sus peculiaridades, su rebeldía, sus amores y sus diversos talentos nos dan una idea del siglo XX desde posiciones privilegiadas, no solo por su clase social, sino por sus deseos de libertad y audacia. Con sus luces y sus sombras, aparecen ante nosotros en estas cartas como mujeres únicas, siempre interesantes, que aunque educadas en casa, algo de lo que se quejarían siempre, tenían una vasta cultura. Volver a las Mitford siempre es un viaje increíble al pasado siglo desde un palco en primera fila. ¡No os las perdáis!

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

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