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viernes, 3 de diciembre de 2021

DISTRITO DEL SUR

UN PAISAJE INGLÉS

de Winifred Holtby



"La relación que entablé con Winifred Holtby, a partir de unos comienzos tan irónicamente poco prometedores, fue el inicio de una amistad que no hemos interrumpido ni desatendido en trece años, y que hoy en día es más íntima que nunca".

TESTAMENTO DE JUVENTUD, de Vera Brittain.

La gran amistad entre Winifred Holtby y Vera Brittain, que se forjó mientras ambas estudiaban en la universidad de Oxford, solo se vería interrumpida por la muerte con tan solo treinta y siete años de la autora de la novela que hoy nos ocupa: DISTRITO DEL SUR. UN PAISAJE INGLÉS. Vera Brittain se encargaría de editar y publicar póstumamente en 1936 este magnífico libro de su amiga, que se convertiría en un clásico indiscutible de la literatura. Desde entonces, de hecho, no ha dejado de reeditarse y ha sido llevado a al cine y a la televisión. 

Dos años antes de su muerte Winifred Holtby, consciente del poco tiempo del que disponía, escribió esta novela en la que nos mostraba a través de un gran número de personajes cómo era la vida rural inglesa del condado de South Riding antes de la Segunda Guerra Mundial y en concreto, se centraba en mostrarnos las complejidades y peculiaridades de un gobierno local y de qué modo sus decisiones afectaban a los habitantes de dicho condado. 

En DISTRITO DEL SUR un cauce principal recorre toda la novela: la eterna pugna entre las tradiciones fuertemente arraigadas y un mundo que se quiere inamovible y el imparable progreso. Las dos corrientes son representadas en contraposición por Sarah Burton, la directora de la Escuela Superior de niñas de Kiplington, mujer avanzada que va con los nuevos tiempos, y el consejero Robert Carne, hacendado y claro defensor de las ideas conservadoras. El choque entre los dos será inevitable nada más conocerse y entre los partidarios de un pensamiento y otro. Pero es la regidora Mrs. Beddows, que estará entre ambos, el alma de la novela. Representa ese personaje femenino de una cierta edad que es todo un carácter y que aporta el toque distintivo de elegancia, sabiduría y contundencia. Aun dicho lo anterior, bien es cierto que es una novela muy coral y que en torno a estos personajes principales aparecerán otros muchos pertenecientes a diferentes extracciones sociales con mayor o menor relevancia para el desarrollo de la historia. 

Es una novela que tiene de todo, amor, amistad, misterio, problemas sociales... Trata incluso la enfermedad mental... La autora de ideología socialista y activa feminista no busca mostrar buenos y malos, sino que representa de forma serena tanto la tradición como el progreso con sus pros y sus contras. Nos muestra la decadencia, lo agónico de las viejas tradiciones, pero también sus atractivos y lo que se les debe. Aun con la vista puesta en un futuro mejor gracias al progreso, hay una parte de agradecimiento en su mirada. Y en ese progreso inevitable diferencia también entre el puramente práctico, frío y distante, que busca el enriquecimiento y no tiene en cuenta lo humano, y el otro, apoyado en las ideas y en la conciencia social. 

Sin duda ha sido una de mis mejores lecturas del año. Me hizo reír y llorar; me impliqué muchísimo con los personajes. Una niña muy inteligente, pero muy pobre, Lydia Holly, me mantuvo en vilo y su historia fue una de las principales para mí. No es una novela idílica, pero tiene pasajes muy bellos. Y si bien, el tema principal es el que ya apunté, la muerte está muy presente y sobrevuela toda la novela. Podría ser que viéramos a la autora en la pelirroja Sarah Burton, no lo sé, pero el miedo que debió sentir en esos momentos que sabía que su vida se acababa está en un personaje inmenso, que es Lyli Sawdon. Aparece con mucha discreción y poco a poco va adquiriendo una gran presencia. Está enferma y lo vamos a sentir todo con ella. Nos disgustará en ocasiones su manera de proceder, pero no queda otra que ser comprensivos. En este personaje, por fuerza, la autora tuvo que dejar una parte importante de sí misma, de lo que estaba sintiendo. 

Por último no quiero dejar de señalar algo que me agradó mucho, aunque sin entrar en detalles para no desvelar demasiado. Se trata de una cierta actualización de 'Jane Eyre', de Charlotte Brontë y ahí lo dejo... También vemos a 'Rebeca', de Daphne du Maurier, que se publicó dos años después. Esta novela últimamente parece que la encontramos por todos lados...

Se podría decir tantísimo de esta novela. No me sorprende lo querida que es y es un pena que Winifred Holtby no la viera publicada. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García.










 

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