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lunes, 17 de enero de 2022

~VANA RESPUESTA~

de Rosamond Lehmann

-¿No te ha parecido un paseo un poco extraño, como irreal?

-Bastante irreal, supongo.

-Ojalá no hubiera acabado nunca.

***

Este pequeño diálogo que extraigo de la novela VANA RESPUESTA, de Rosamond Lehmann, con tan pocas palabras refleja muy bien lo que encontrará y sentirá entre sus páginas el lector. Estamos ante una narración de aprendizaje en la que conoceremos la realidad de Judith Earle desde niña hasta terminar la universidad y el momento en que tiene que decidir qué hacer con su vida. Su narración nos dará una perspectiva bella y triste de su paso de niña a adulta a través de un lenguaje poético que proviene de una mirada que no pierde detalle de lo que le rodea, pero coloreada desde un rico mundo interior, en un diálogo incesante consigo misma en el que fantaseará con la belleza y el misterio, buscando contrarrestar "la futilidad de la vida".

Judith es la hija de un matrimonio acaudalado. Viven en una gran casa con un cuidado jardín en el valle del Támesis. Su soledad de hija única que, además, estudia en el hogar, se ha acompañado de los libros de la gran biblioteca de su padre y vive esperando la aparición en la mansión vecina de los cinco primos de la familia Fyfe. A lo largo de los años serán protagonistas de sus fantasías e ilusiones. Encantadores, misteriosos, en apariencia poseedores de todo lo que Judith aspira y desea ser, observa  hasta el último de sus gestos y trata de descubrir el secreto último de sus personalidades. Cuando se vaya a la universidad seguirán estando en su pensamiento e irán apareciendo alternativamente en el campus, mientras nuevas e importantes amistades surgirán en su vida.

"Tú eres como quiero creer que eres".

Lo que ya sabemos al leer esta novela y lo que Judith irá descubriendo nos predispone a su favor. Pero sobre todo su manera de contárnoslo, los diálogos tan interesantes y sus personajes tan carismáticos. Todo en esta novela te lleva a exclamar al final lo que se decía en las líneas compartidas con vosotros al principio: "Ojalá no hubiera acabado nunca".

Como decía, una novela bella y triste que me recordaba en su conclusión a "Nada", de Carmen Laforet. Los escenarios son muy diferentes, el tono más poético y onírico y los personajes menos oscuros en la de Rosamond Lehmann, pero los títulos podrían ser intercambiables. No sé si Carmen llegó a leer esta novela, pero si no lo hizo creo que le hubiera gustado mucho. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

 

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