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miércoles, 2 de febrero de 2022

LA FAMILIA AUBREY

de Rebecca West



"Me di cuenta también de que el drama de mi familia había sido escrito por otra persona y que la obra ya había empezado hacía un rato, no tenía por tanto ningún sentido que yo me subiera ahora al escenario y protestara diciendo que no se había dicho la verdad, porque todo el público ya se había hecho una idea por lo que había oído".

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La británica Rebecca West era ya una escritora consagrada cuando comenzó a escribir la Trilogía de los Aubrey, ficción inspirada en su propia vida. Escritora, periodista, crítica literaria, sufragista, activa luchadora por los derechos de la mujer e incluso actriz teatral durante un breve periodo de tiempo en su juventud, es considerada una de las más importantes escritoras inglesas del siglo XX. Con el primer tomo, "La familia Aubrey" sobre el devenir y las vicisitudes de una inteligente, talentosa y excéntrica familia durante la época eduardiana alcanzó un enorme éxito de crítica y ventas. Lo que le permitió afianzar aún más su destacado puesto dentro de la literatura. Los siguientes dos títulos de la trilogía, que también están traducidos en España como "La noche interrumpida" y "La prima Rosamund", serían publicados póstumamente.  Ella, al parecer, no se sentía satisfecha del todo con las dos secuelas. Lo que no es óbice -en mi caso, desde luego, no lo es- para que los lectores que hemos leído la magnífica primera parte, no estemos ansiosos por continuar leyendo las otras dos. Creo que dado el alto nivel de exigencia de la autora, por inferiores que sean estas secuelas en comparación a la primera novela, merecerá la pena adentrarse en ellas.

LA FAMILIA AUBREY está compuesta por Clare, la madre, expianista de enorme talento; el padre, Piers, destacado periodista, pero al que su idealismo lo lleva a embarcarse en todas aquellas causas que cree justas, aunque tenga que poner en peligro una y otra vez la estabilidad familiar; Mary y Rose, que parecen haber heredado el talento para la música de su madre; la bella hermana mayor, Cordelia, y el pequeño y adorable Richard Quin. Será Rose quien nos narre el transcurrir diario de esta extraordinaria familia, y de las personas que lleguen a sus vidas a lo largo de los años, desde una mirada que observa a todos tratando de entenderles para sentir que controla su propia existencia y que no se desmorone ni la de ella ni de los demás. Irá analizando con gran inteligencia y perspicacia el modo de ser de cada uno de ellos y sus motivaciones. El sentido de superioridad al que parece agarrarse, de sentir que pertenece a una familia muy notable, pese a todo, le nace por el milagro del arte, la música de un modo especial, la literatura...; el darse cuenta de que a pesar de los momentos de inquietud y pobreza y a que son señalados en la escuela como "bichos raros" y son causa de preocupación para otras ramas de la familia mejor situadas, "todo saldrá bien al final", porque son ellos, porque en su singularidad crecieron con fortaleza y felices. Su mirada será, aunque pueda parecer en algunos momentos dura con sus seres queridos, de protección y cariño. 

Su pareja durante diez años, el también escritor H. G. Wells dijo de Rebecca West: "Nunca he conocido a nadie como ella, y dudo que antes de ella existiera alguien así". La gran Virginia Woolf a la que nunca le costó afilar la pluma para escribir sobre otro escritor, es imprecisa en sus apreciaciones. Deja caer algún comentario negativo en sus diarios sobre su modo de expresarse en las críticas literarias, sobre su vida, sobre su físico, pero no hay ni un solo "pero" referente a sus libros. Fue una mujer adelantada a su tiempo, que luchó por la igualdad entre hombres y mujeres y defendió el derecho de estas a una sexualidad que nacía de sí mismas, no como reflejo del deseo masculino. Pero lo hizo sin dejar nunca de ser en su proceder, en sus ponencias y en sus escritos, elegante y distinguida. Su literatura es clásica y sencilla en la forma y a la vez resulta tremendamente moderna; la lectura de sus libros es muy amena, pero nunca superficial, mostrando una gran hondura y penetración psicológica. 

LA FAMILIA AUBREY es una novela en la que desde el principio te sientes espectador de excepción en el hogar de una personas singulares, cultas, donde el modo de entender la vida no es el ordinario de otras familias. El otro es observado en su profunda humanidad con sus luces y sus sombras: "Papá era valiente, cruel, deshonesto, amable...", sin encallarse en lo que pudo ser y no fue; reparando las grietas como con la técnica del kintsugi, mostrándolas, pero sellándolas con el oro de los recuerdos tristes y alegres y el cariño y la admiración por unas personas excepcionales. 

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

Bibliografía consultada para los datos biográficos: el propio prólogo de la edición de Seix Barral a cargo de Andrés Barba, traductor también de esta novela junto a Carmen M. Cáceres, los Diarios de Virginia Woolf y fuentes en inglés sobre Rebecca West. 

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