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domingo, 13 de marzo de 2022


PEYTON PLACE 
de Grace Metalious




Es el rosa el color que más que ningún otro nos recuerda lo que esperábamos que fuera nuestra vida y que nunca será. Es el rosa el color que mejor representa la pérdida de la inocencia. El paso inevitable, cada cual con sus condicionamientos, al entendimiento de lo que es el mundo, las personas y la sociedad que forman, y decidir en qué lado estar, entre los que acatan las normas, aunque sean injustas, o el que tratará de ser íntegro y abrir camino, aunque le traiga indeseadas consecuencias. Tal vez, ni uno ni otro, sino andar entre dos aguas, permanentemente perdido. 

El libro del que hoy os hablo, que tantos secretos desvela de un pequeño pueblo inventado por la autora, pero trasunto de tantos otros, nos muestra el paso a la madurez de dos muchachas que viven en entornos familiares muy diferentes. Un mismo pueblo con apariencia de transcurrir sosegado que parece, sin embargo, no poder más con el peso de los prejuicios, la hipocresía, las mentiras y sus miserias. En Peyton Place,  situado en el norte de Nueva Inglaterra, va a suceder de todo, porque es el momento de que se rompan los conductos. 

Grace Metalious, que creció en un entorno de pobreza, escribía desde niña, pero nunca imaginó que con la publicación en 1956 de su novela PEYTON PLACE alcanzaría el éxito mundial y que de la noche a la mañana millones de lectores devorarían su obra. Menos aún pudo imaginar el escándalo que supondría y que los críticos se ensañarían con su criatura. Se cree que a consecuencia de lo que se formaría en torno a su obra, la autora cayó en el alcoholismo, que la llevaría a la muerte con tan solo cuarenta años. Destroza saber la causa de su fallecimiento cuando lees algunas de las páginas más duras de su libro, en el que describe con gran crudeza, los terribles efectos de la toma continuada de alcohol. 

El problema con PEYTON PLACE es que se atreve a hablar de la sexualidad de las mujeres como no se había hecho antes, del abuso dentro de la propia familia, del aborto, del racismo, de la lucha de clases, del caciquismo... Da unos pasos enormes hacia delante, sacude el polvo de debajo de las alfombras, orea los cuartos enrarecidos abriendo puertas y ventanas y muestra lo que en las familias se venía ocultando y que tanto dolor causaba a sus miembros. Y para más desconcierto, lo hace una mujer. Es una novela que hoy podemos considerar revolucionaria. Si todavía hablar de sexualidad sigue creando incomodidad y si lo hacen las mujeres, más todavía, en los años cincuenta el asombro fue mayúsculo. Grace Metalious pone de manifiesto las indeseables consecuencias de la falta de una educación sexual o lo que es peor, de una errónea educación desde parámetros religiosos y pacata moralidad y cómo los impuestos roles a ambos sexos son causa de confusión y dolor. 

Al escándalo se sumó el maltrato de la crítica. El desagrado ante lo explícito de algunas escenas se le llamó mala literatura. Pero la influencia que tendría a lo largo de todo el siglo veinte en otras novelas, películas y series es incalculable. De la propia novela se haría una película en 1957 y una serie en 1964. En 1959 la autora escribiría una continuación de la que también se haría una película en 1961. 

Dicho lo anterior, solo me queda decir lo principal, que es un libro adictivo de principio a fin. Que su desvirtuada estela no os confunda. Es una novela muy bien narrada, que tiene drama, misterio, secretos inconfesables, es novela de formación, tiene referencias literarias... Os la beberéis sin parpadear.  

Texto y fotografía: Ana Martínez García. 

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